domingo, 10 de mayo de 2015

Motivos

Hablar de sueños…

En mi país, es una cuestión de hipocresía. En su mayor parte se entiende que al momento de elegir, nuestras manos han estado atadas y nuestros ojos opacados por una férrea idealización de lo que “debe ser”. Claro, hablando desde mi propia experiencia el tema de los sueños siempre ha sido uno matizado con carbón de la industria. Y no puedo culpar a nadie en realidad, desde que era solo un niño se intentó encaminarme para seguir pasos fijos, ya trazados, no por mí sino por otros. Veía ante mis pies los adoquines de un suelo firme, seguro y probado. Que en otro momento, hace siglos quizá, se hubiese visto enlodado, con rocas, o tal vez con suave pastizal de colores acres y verdes, sin huellas. Pero hoy por hoy con piedras anchas, firmes, duras y sobretodo “seguras”.

Sigue el camino, es lo ideal. Sigue adelante, es necesario. Sigue adelante,debes hacerlo para obtener lo que quieres…

Pero, ¿Qué es lo que quiero?, Ah sí, sigue tus sueños. Es lo que dicen. Los medios, la gente, familia, ancianos. La experiencia encarnada, tan sabia, tan única, tan…rancia.

Sin objetar, ni plantear algo fuera de lo conocido solo quiero marcar mi propio camino. Dejar a un lado los vendajes que me cegaba, y cargar ante mí sobre mis piernas, una pluma en la mano y lodo en mis pies.

No pretendo ser profeta, solo quiero salir del margen, dejar de seguir las huellas de un muerto.

Bienvenidos…

Rab Araujo


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