Cuando era niño, la televisión por cable era lo último de lo
último. Dado que no era de una familia acomedida y al no poder costearlo mis hermanos
y yo nos conformábamos con lo que televisión “abierta” como le decimos aquí en
México nos regalaba semana con semana.
último. Dado que no era de una familia acomedida y al no poder costearlo mis hermanos
y yo nos conformábamos con lo que televisión “abierta” como le decimos aquí en
México nos regalaba semana con semana.
Todos los sábados, eran los días en que de verdad nos la pasábamos
pegados a la famosa “Silver Screen” . Mis padres debían salir a trabajar y sin
escuela, como muchos miembros de nuestra juventud tuvimos de niñera a las
programaciones que iban de lo más variado.
pegados a la famosa “Silver Screen” . Mis padres debían salir a trabajar y sin
escuela, como muchos miembros de nuestra juventud tuvimos de niñera a las
programaciones que iban de lo más variado.
Las mañanas eran tiempo de caricaturas y programas dedicados
a videojuegos, los medios días era un tiempo de descanso para hacer cualquier
otra cosa. Pero las tardes, las tardes eran sagradas. En caso de que hubiera
una trilogía que no me interesara ver repetida en el ahora infame “canal 5” la
pantalla pasaba todo lo que un oscuro pero familiar “canal 4…el canal de la
ciudad” transmitía con regularidad.
a videojuegos, los medios días era un tiempo de descanso para hacer cualquier
otra cosa. Pero las tardes, las tardes eran sagradas. En caso de que hubiera
una trilogía que no me interesara ver repetida en el ahora infame “canal 5” la
pantalla pasaba todo lo que un oscuro pero familiar “canal 4…el canal de la
ciudad” transmitía con regularidad.
Gracias a la programación de Canal 4 mi obsesión por las
historias extra dimensionales, temporales y de suspenso terrorífico creciera de
manera descontrolada. Fue aquí, viendo alguno de estos programas, ya fuera “la
dimensión desconocida” o cosas por el estilo, un buen día, su nombre llegó a
mis oídos.
historias extra dimensionales, temporales y de suspenso terrorífico creciera de
manera descontrolada. Fue aquí, viendo alguno de estos programas, ya fuera “la
dimensión desconocida” o cosas por el estilo, un buen día, su nombre llegó a
mis oídos.
Cthulhu
No recuerdo el episodio, tampoco la trama. Solo sé que el
nombre me pareció misterioso y terrible. Como una palabra que incluso una parte
de mi tenía miedo de nombrar. Si bien el motivo principal era el hecho de que
me resultaba impronunciable…era una palabra con poder. Un poder oscuro.
nombre me pareció misterioso y terrible. Como una palabra que incluso una parte
de mi tenía miedo de nombrar. Si bien el motivo principal era el hecho de que
me resultaba impronunciable…era una palabra con poder. Un poder oscuro.
Y bien me lo dijeron en la librería: “Esos libros no son
para niños”. Cuando compré mi primera edición de La llamada. Peculiar, difícil
de entender y extremadamente corta. Pasé por ella como quien pasa por las
noticias dominicales para enterarse de los resultados deportivos. No entendí
absolutamente nada.
para niños”. Cuando compré mi primera edición de La llamada. Peculiar, difícil
de entender y extremadamente corta. Pasé por ella como quien pasa por las
noticias dominicales para enterarse de los resultados deportivos. No entendí
absolutamente nada.
Años después, cuando me encontraba haciendo limpieza de mi
librero volví a encontrarlo y a hojearlo. Y si bien mi yo de 11 años era un
ignorante insensato…no era difícil imaginar que no iba a tomar en consideración
el arduo trabajo que conlleva el describir horrores extradimensionales. A los
16, las crudas palabras de un abuelo que había sido marinero en la vida real me
llegaron de golpe y de pronto pasé de entender eso que me había parecido una
arcáica descripción:
librero volví a encontrarlo y a hojearlo. Y si bien mi yo de 11 años era un
ignorante insensato…no era difícil imaginar que no iba a tomar en consideración
el arduo trabajo que conlleva el describir horrores extradimensionales. A los
16, las crudas palabras de un abuelo que había sido marinero en la vida real me
llegaron de golpe y de pronto pasé de entender eso que me había parecido una
arcáica descripción:
En un terrible mito que de manera inconsciente ha sido
tomado en cuenta desde mucho tiempo atrás.
tomado en cuenta desde mucho tiempo atrás.
Las imágenes reflejadas en los escritos de Lovecraft son
visiones de una terrible fantasía que poco a poco, resultan inquietantes. Peca
de hacer una sobre exposición y describir de manera tan exagerada y rica que
puede pasar a ser pesado y aburrido. Pero para todos aquellos que cuentan con
una imaginación medianamente desarrollada, los escritos de uno de los mejores
novelistas del siglo pasado pueden llegar a generar pesadillas reales y
horrendas.
visiones de una terrible fantasía que poco a poco, resultan inquietantes. Peca
de hacer una sobre exposición y describir de manera tan exagerada y rica que
puede pasar a ser pesado y aburrido. Pero para todos aquellos que cuentan con
una imaginación medianamente desarrollada, los escritos de uno de los mejores
novelistas del siglo pasado pueden llegar a generar pesadillas reales y
horrendas.
A veces me pregunto, si es que de alguna manera lo que
Lovecraft describía no se trata más de un aviso que solo ficción.
Lovecraft describía no se trata más de un aviso que solo ficción.
Una terrible imagen, que muchas veces prefiero olvidar. Pero
los terrores abismales van más allá del entendimiento humano. Son palabras
sagradas, de dioses perdidos en la nada.
los terrores abismales van más allá del entendimiento humano. Son palabras
sagradas, de dioses perdidos en la nada.
Rab Araujo.
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