jueves, 15 de octubre de 2015

American Ultra - Reseña - Culturafilia



Muchas personas , esperan cosas sencillas de una película de comedia. Al ser uno de los géneros más comunes, basta con dejar correr la imaginación soltar las reglas de dicción y establecer puntos comunes en movimientos fuera de lo normal que resultan en una risa involuntaria y sencilla.

No tiene mucha ciencia en realidad, es muy normal el generar una reacción en el público con un golpe en la cabeza o una grosería puedes hacer que la gente se ria. Pero, ¿qué pasa cuando intentas hacer una reformulación de la misma?

Puedes intentarlo, como claramente lo hace esta película.

Muchas veces , me llegan a tachar de crítico excesivo, cuando, como muchos otros, insisto en que Hollywood esta llegando a una etapa de pausa en sus producciónes. Mostrandonos año tras año el mismo tiempo de producción que por algún motivo funcionó en algun momento del a historia intentando exprimir a la gallina de sol huevos de oro lo más que se pueda.

American Ultra no pretende combatir el canon normal de la comedia, pero si se vale de incluír aspectos de otros tipos de géneros, resultando en una apuesta verdaderamentei nteresante.

Jesse y Kristen hacen más que el intento, y en verdad tiene muy buen resultado. Bastante original y con toques inteligentes al tipo de pelícuals que gustan de invadir las carteleras en época de sequía.

American Ultra es una película genial, que pienso vale la pena verla...

claro, si es que algun día sale en México.

lunes, 12 de octubre de 2015

El Océano al Final de la Calle - Neil Gaiman | Culturafilia | Libros y Café





Desde el centro del alama, se dice, es de donde viene
nuestra capacidad para ver. Ver más allá.
La mayoría de las personas, en especialmente entre más alejadas
se encuentren de su niñez, más difícil les es el poder ver con claridad.

 La
capacidad de asombro muchas veces es pobremente explicada a los ojos del adulto
promedio. Ya que no solamente se traduce en la sorpresa y la fascinación que se
encuentra en las cosas más sencillas que todos los días vemos a nuestro
alrededor.

También tiene que ver directamente, con la naturalidad en
que este tipo de cosas entran a nuestro corazón. Cómo es que las recibimos y
como es que lo traducimos.

La caída de una hoja puede parecer tan insulsa para algunos
como increíblemente profundo para otros. Y hay quienes dicen no tener el tiempo
ni la energía necesaria para pensar sobre ese tipo de nimiedades.

Y es triste, pues más que pensar el secreto se halla fijamente
arraigado en el sentir.
No somos maquinas. Es un hecho que poco a poco nos cuesta
trabajo de comprender y aceptar. Esa parte natural, animal y sencilla que nos
representa como seres de un orden mucho más amplio que el de un trabajo de
tiempo completo, más intrínseco a la vista que el deseo de obtener algo
material, algo insulso, algo mortal.

Neil Gaiman nos muestra en este libro esa conexión etérea
que podemos llegar a tener si de vez en cuando nos damos la oportunidad de
abrir bien los ojos.

O vivir en el silencio, en la oscuridad, y en la noche del
presente.

El Océano al final de la calle es una historia hermosa que
brilla en especial por su sencillez. No es que las páginas sean cortas, ni que
haga falta contenido para contar una buena historia. Ya que a veces, las
mejores son tan efímeras como el deslizar de una sombra de gato a través de la
ventana.



Rab Araujo.